Acrílico sobre lienzo. 65x100cm. 1998. Colección privada, Zaragoza, Spain.
Seguimos con las antigüedades, con los desiertos. Con oasis, espejismos y naturaleza, que necesita ser protegida, aunque su existencia dependa de un cristal tan frágil como ella misma.
Este cuadro lo realicé desde cero. Aunque para la mayoría de los cuadros, me fabrico el bastidor, serrando tablas, clavando la tela, no siempre me fabrico las pinturas. Estas sí, están hechas partiendo del pigmento puro, en polvo.
5 comments :
Aunque la pecera se rompiera, el agua creo que solo formaría barro, un poco triste. Tampoco cabríamos todos en ella.
Me
sip, un poco triste, así que habrá que espabilar para que no acabemos viendo los bosques tras barrotes como si fuera un triste zoo..
Eso, eso.
Este finde he estado viendo documentales sobre las Tablas de Daimiel y Otal. Sitios bonitos pero completamente diferentes. Unos sobrexplotados y otros olvidados.
En fin, la mismísima pecera.
Besos a tutti.
Me
Y mi comentario de ayer? jo, era soso, pero no como para borrarlo....
Pues lo que decía, que a mi esta imagen siempre me ha dado claustrofobia, y que me supongo yo que será porque mi inconsciente se imagina dentro de la pecera y no fuera, y me preguntaba porqué seria.
Johnny, tendré que ver esos documentales...
Suel, es curioso, pero situarte dentro es una buena opción, arboletes, agua....
Post a Comment